De vez en cuando se cruzan por mi vida señoritas que nunca quisieron ser princesitas,ni llevar vestiditos,ni tener un príncipe azul.
Chicas que la única corona que quisieron llevar la llevaban de su mano,para beberla.
Hace ya tiempo conocí a una chica sencilla,de esas princesitas.
Hace tiempo que compartimos barra en el mismo bar mientras bebemos a nuestras rubias particulares y nos contamos el resto de nuestras vidas.
Hace tiempo que la echaba de menos en la cama...pero algo a cambiado...creo que ahora quiere ser princesita y yo,me temo,su príncipe azul.
De todas formas es natural...es más fácil subirse la falda que quitarse el pantalón.
PD: si,losé...la última frase es tuya,pero no se lo digas a nadie.