El día menos pensado dejo atrás mi mentiroso compulsivo y confieso todo lo que hice y lo que soy.
Siento que me desmorono por dentro,como si hubiera perdido el pegamento secreto que todo lo unía.
Mi carne podrida cae mientras se empieza a dibujar una sonrisa en mi estúpida cara.
Y es que estoy feliz...contento de no arrastrar a nadie conmigo esta vez