Apoyado en el marco de la puerta,paciente,espero a que deje de sonar la melodía.Está allí sentada,con la nuca al aire,el pelo recogido,moviendo sus manos y sus dedos tocando el piano.No puedo evitar sonreír,como para recordarme la suerte que tengo de ser el único espectador.
Desconozco la melodía,nunca fui muy seguidor de la música clásica
pero suena tan
tranquilizador
De pronto dejan de sonar las teclas,como en un lejano eco.
Carraspeo.
Se gira sorprendida y al verme sonríe.
-Sabes que ladeas un poco la cabeza cuando tocas?-le digo.
-Cuanto llevas ahí?-me dice sin dejar de sonreír.
-Un par de minutos solamente.
-Menos mal, temía haberte hecho esperar demasiado-dice mientras se levanta.
-Pues yo siento no haber llegado antes.
-Ya no toco tan bien como antes
-me lo dice muy cerca del oido,como a modo de confesión,mientras me da dos besos.
-Nos vamos?-le ofrezco mi brazo derecho para que se coja a él.
Y salimos de la sala de ensayo despidiéndonos de la gente
parecemos dos gatos contentos camino de un festín.