Después de mucho tiempo y de vueltas y más vueltas de la vida he conseguido a mi taxista particular.Alguien con quien poder hablar sin fanfarronadas ni miedos porque en el fondo no me conoce...no me conozco ni yo.
En el fondo me halagan esas vueltas que me das alargando el recorrido y el tiempo para estar conmigo...o simplemente porque notas que me hace falta estar en el lado del copiloto.
Y que no me tomes en serio,que te rías de mi pose, mi tormento y mi ataraxia.
Me hace sentir mejor supongo.
No losé.
No losé...
Pero gracias.