Creí que necesitaba ponerme en orden,como tantas otras veces.
Me preguntaste cuanto tiempo hacía que no escribía...
Creía que necesitaba ponerme en orden...
Abrazar lo que abrazan los demás,todas esas absurdas socialidades.
Sentí que tenía que dejar de lado todos esos excesos que hacía conmigo mismo....aquel ordenador,aquella habitación...todas esas cervezas vacías amontonadas en el escritorio...
Siempre me gustó simplificar:me enfado cuando lo necesito,me corro cuando me dejan y me emborracho cuando no puedo más.
Fácil.
Pero llegaste tu y creí...que necesitaba ordenarme.
Creí.
Creí...
Pero si yo no creo en nada,joder!
Fue como una revelación,la conversación,la mirada y tus manos en mi cabeza.
No estás por lo que soy,o lo que seré...sinó por lo que fuí.
Ahora simplemente hay que encontrar el camino de vuelta,aquel puto cruce...pero no sé por donde empezar.
Quizá lo primero de todo sea volver a fumar sin que caiga la ceniza del cigarro entre mis dedos.
Frente a una página en blanco,desquiciado,desesperado porque la musa no ha acudido a su cita.
No me haces falta y acaba la sentencia con un rotundo joder.
Empieza a rellenar de mierda todas las páginas que pasan por sus manos,una detrás de otra,sin poder parar,mientras una risita nerviosa aflora involuntariamente de sus labios.
Poco a poco se va ahogando entre la mierda,con su risa de fondo y la musa mirando por la ventana,con una mirada entre traviesa y maligna.
Hija de puta.