Cuando consigo poner todo en orden las cosas fluyen.
Las palabras,mi lengua...tu coño.
No se necesita gran cosa,simplemente algo que te remueva las tripas...como una solitaria lágrima,
las tetas de Michelle Williams o la muerte de un conocido.
Todo viene de las tripas,nos guste o no.
Uno mismo pierde la capacidad de sorprenderse cuando se da cuenta de esto...sabía de antemano que me iban a gustar las tetas de Michelle
y que la noticia del infarto de ese conocido me dejaría tocado por un tiempo.
Pero todo fluye.
Eso,para mi,es como el olmo que da peras.
Ya no me estanco,no me pudro.Todo fluye de mis tripas,como siempre.
Vuelvo a usar mi cabeza,simplemente,como un grandísimo álbum de recuerdos.
Como tiene que ser.