Estoy harto de disfrazarme de mentiras.
Cansado de engañar a quien, se supone, tengo que impresionar.
Antaño me abría el pecho unos instantes y dejaba a la luz un corazón grande,rojo y reluciente
pero falso
de goma.
La afortunada ( y engañada)que lo miraba quedaba boquiabierta hasta que me volvía a cerrar el pecho con hilo y aguja.
Pero me cansé de ese plástico y un día lo tiré por el water
lo que nunca imaginé es que al ser de goma el muy cabrón flotaba.
Y todavía,de vez en cuando,lo veo entre mi mierda intentando mantenerse a flote
jódete.